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Videojuegos con propósito: Cómo los videojuegos pueden sembrar cultura y valores positivos

El estigma persiste: se les acusa de fomentar la violencia o de ser una pérdida de tiempo.
Ingeniería Soluciones para un mundo complejo Cetys Universidad

Por: Mtra. Miriam Bautista*

Los videojuegos llevan más de cuatro décadas existiendo, y muchos crecimos jugando alguno (o muchos). Sin embargo, aún cuesta reconocerlos como un medio capaz de comunicar historias valiosas o mensajes profundos. El estigma persiste: se les acusa de fomentar la violencia o de ser una pérdida de tiempo. Esta percepción, especialmente desde sectores gubernamentales, frena el crecimiento de una industria que, en realidad, es una de las más rentables a nivel global.

Vivimos rodeados de retos urgentes, y en ese contexto el entretenimiento suele verse como algo secundario. Pero todos consumimos entretenimiento, todo el tiempo. Entonces, ¿qué mensajes estamos recibiendo a través de lo que consumimos? ¿Nos enriquece? ¿Nos inspira a ser mejores? ¿O solo nos distrae? Tal vez los videojuegos puedan ir más allá del ocio. ¿Y si también sirvieran para enseñarnos a cuidar el planeta, a ponernos en el lugar del otro, o a reconectar con nuestras raíces culturales? En un mundo donde millones —especialmente jóvenes— pasan horas jugando, es importante preguntarnos qué valores estamos transmitiendo desde esos mundos virtuales.

Los videojuegos son una de las formas narrativas más poderosas del siglo XXI. Combinan arte visual, música, diseño de interacción y escritura para construir experiencias profundas. A diferencia del cine o la literatura, el videojuego invita a tomar decisiones, asumir roles y vivir consecuencias. Esa interactividad emocional abre una puerta única para sembrar valores de forma significativa.

Existen estudios que demuestran cómo los videojuegos pueden fomentar la empatía, la cooperación y la conciencia social. Juegos como Sky: Children of the Light invitan a ayudar a otros jugadores a avanzar, mientras que propuestas independientes como Never Alone o Mulaka —del estudio mexicano Lienzo— rescatan y celebran culturas indígenas a través del juego. En el estudio que estoy emprendiendo, Chocolate Cosmos Games, apostamos por ese camino con Guardian of the Nahual, un proyecto que combina mitología mexicana con mecánicas modernas para contar una historia donde proteger la naturaleza y rescatar a los animales en peligro de extinción es parte del juego.

Cuando un videojuego se desarrolla con propósito, puede convertirse en una herramienta poderosa para transformar realidades. No necesita encasillarse como "educativo" en el sentido escolar del término. Su propósito principal debe seguir siendo entretener y ser divertido, pero también puede, a través de la narrativa, el arte y la música, transmitir mensajes significativos y fomentar valores que contribuyan al desarrollo humano, especialmente en niños y jóvenes.

*La académica es Docente de la Escuela de Ingeniería en CETYS Universidad Campus Tijuana y directora del estudio Chocolate Cosmos Games

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